Necesito sus sonrisas para que formen parte de las mías.

Voy a decirle al mundo que ya no tengo ninguna duda. Los miedos y las indecisiones están guardados con llave y no volverán a salir. Mi armario se llenará de sonrisas y de risas sin sentido. La tristeza no formará parte de mi diccionario. Guardaré debajo de la cama los malos momentos. Ahí siempre he guardado lo que no servía, lo que no hacía falta o lo que me asustaba, como los monstruos. Y ahí también guardaré tus te quieros, ya que en mi nueva vida no me hacen falta.